El otro día coincidí con mi compañero y amigo Mateo Lázaro y, como suele pasar, nuestra conversación derivó en fútbol y, especialmente, Fortuna. Recordé entonces el primer artículo de Lázaro sobre Fortuna en la World Football, y le pedí que me lo enviase. Ha escrito muchos, de fútbol y de otras cosas (y todos merecen la pena), pero éste es el primero. Allá va.
Mi primer viaje a Fortuna tuvo como motivo cubrir un partido amistoso entre el combinado nacional y Grecia. El encuentro, al fin y al cabo, no era sino una excusa para descubrir algo más de este pequeño país, sorprendente hasta el extremo. No fue mi última visita, pues desde el momento de mi llegada supe que me encontraba ante unas gentes especiales en sí mismas y me enamoré del país. Las líneas que siguen a continuación fueron publicadas –en inglés- en la revista británica World Football, en su edición de noviembre de 2002.
Fortuna o el mundo al revés
Por Mateo Lázaro
Apenas 20.000 habitantes integran la República Libre e Independiente de Fortuna, situada al sur de España, que se independizó en 1991. Aunque quizás, la expresión correcta sea: ‘les independizaron’.
Y es que, casi sin previo aviso, desde la capital española se produjo un hecho que se llevaba rumiando desde hace varios años (y varias legislaturas), darle la independencia a esta localidad especial y diferente en sí misma, cuyas gentes aceptaron de buen grado.
Como ejemplo, basta recordar el peculiar sistema de votaciones a la Presidencia (una especie de examen tipo test curiosísimo), o la tradicional y obligatoria donación al Estado en los pasos fronterizos. Básicamente, se puede afirmar que a Fortuna le regalaron la independencia por una simple y llana falta de entendimiento con el resto de españoles. Y créanme, realmente es complicado entender de primeras la forma de pensar de sus gentes.
Una historia de ¿éxitos?
En cuanto a lo futbolístico se refiere, el único club de la localidad continuó adscrito a la Federación Española de fútbol después de la independencia, de la misma manera que, por ejemplo, el AS Monaco participa en las competiciones de sus vecinos franceses. ¿Contra quién iban a jugar, contra sí mismos?
Lo curioso del asunto es que el Fortuna CF, fundado en 1912 por unos estudiantes ingleses, saltó a la fama allá a principios de los 80 por su revolucionaria forma de jugar. El equipo, después de andar dando tumbos durante varios años, consumó su descenso a regional en 1978. Fue entonces cuando Santi López tomó las riendas del club y, en una decisión que tomó junto al resto de la plantilla, cambió la forma de jugar por completo. Y no es ninguna metáfora, pues el Fortuna CF, por primera vez, empezó a ocupar titulares en los diarios deportivos, y más tarde incluso en los generalistas. Y es que el club gualdinegro pasó de ser perdedor a campeón… de goles en propia puerta.
No era fruto de la mala suerte sino de una decisión totalmente premeditada. El equipo se cansó de perder y decidió darle la vuelta al juego: ahora serían ellos quienes meterían los goles. De esta manera, el estilo del Fortuna consistía en meter cuantos más tantos mejor, eso sí, en su propia portería. Derrotas por veinte o treinta goles de diferencia empezaron a ser habituales, y el cuadro fortunero descendió de categoría hasta llegar hasta 7ª división, el fondo más absoluto del fútbol español.
Los aficionados, que al principio se sorprendieron, no tardaron en entender la filosofía del club, así como la diminuta junta deportiva, que tampoco puso objeciones al estilo de juego. Es cierto que el club no pudo afrontar el profesionalismo –no hay forma de recaudar ingresos si pierdes todos tus partidos-, pero ahora eran ellos los que se divertían, para colmo de sus rivales.
Porque el Fortuna tiene, y ha tenido, muchos detractores. Sirva como ejemplo un duelo en casa ante el Águilas B, que ya estaba ascendido matemáticamente, en 1987. En la primera parte, el cuadro local se fue al descanso con un resultado de 0-24. El filial aguileño, nada conforme con la dinámica de juego, intentaba atacar y marcar un gol por sí mismo, pero el Fortuna defendió bien y fueron los gualdinegros los que hicieron todos los goles –en propia puerta, claro.
En la segunda parte, el Águilas decidió, en un hecho sin precedentes, utilizar la misma táctica que el Fortuna (pues no se jugaba nada), y en un vendaval de goles en propia puerta, el cuadro aguileño terminó marcando 28 goles en propia, dándole al Fortuna su primera victoria desde 1978 y, por ende, sus primeros tres puntos desde entonces. El gesto no sentó nada bien en la entidad fortunera, que vio truncada así una racha de 383 derrotas consecutivas. Lógicamente, el incidente fue un borrón en la incuestionable trayectoria del club, y no se volvió a producir (salvo alguna excepción de poca importancia) otro hecho similar.
Rumbo a la Eurocopa
Cuando en 1991 se le fue concedida la independencia a Fortuna sin haberla solicitado siquiera, desde el ámbito deportivo se intentó desde el primer momento la creación de un equipo nacional y la integración en los organismos oficiales como la Uefa y la Fifa. Tras años de negociación, por fin, en 2001, la FFF (Federación de Fútbol de Fortuna) se integró como una asociación más, y pasó a disputar los clasificatorios para la Eurocopa de 2004 de Portugal.
Así, quedó encuadrada en un grupo junto a Suiza, Rusia, Irlanda, Georgia y Albania. Y, sin haber disputado siquiera un partido amistoso –por problemas de calendario y ajuste de fechas- quedó programado el primer partido oficial de Fortuna el 7 de septiembre de 2002, en casa, ante la República de Irlanda.
El día en concreto, los 12.000 espectadores que abarrotaban el Estadio de la Bandera apoyaron fervientemente al equipo y consiguieron un éxito que fue celebrado con gran alegría en las horas posteriores. Y es que, ante la incomprensión de los irlandeses, el Fortuna encajó nada más y nada menos que 61 goles en su propia portería. El equipo irlandés, que al principio intentó mostrar resistencia y marcar algún tanto, se vio superado por la defensa rival y por la pereza, y dejó que fueran los locales quienes les hicieran el trabajo. Mick McCarthy, entrenador visitante, declaró en rueda de prensa: “No soy nadie para juzgar el estilo de nuestros rivales, pero no deja de sorprenderme tanta celebración por un resultado nefasto. Están todos locos. Allá ellos”.
Por delante, a Fortuna aún le quedan 9 partidos más para cerrar su fase de clasificación de forma brillante u horrible, según se mire. Desde luego, no estarán en la Eurocopa, pero celebrarán sus ‘éxitos’ como ningún otro equipo. ¿El mundo al revés? No, Fortuna.
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