viernes, 19 de octubre de 2012

Gol de Aduriz

Anoche tuve, muy posiblemente, el sueño más feliz de mi vida. Era, en concreto, el segundo de los tres actos en los que se dividió mi noche particular. Una vez leí que cenar copiosamente aumenta las posibilidades de tener pesadillas, argumento que considero una verdad categórica pues mi propia experiencia así me lo ha confirmado. No sé si lo leí en la revista Clara (¿sigue existiendo hoy?) o la AR (la revista de Ana Rosa) en una de esas visitas al cuarto de baño en la que se me olvida llevar lectura y hay que tirar de las publicaciones que mi madre deja en el Trono del Pensamiento y Reflexiones.